Foto: the brick testament
De todas las verdades de este mundo, una sola es irrefutable.
Todos los hombres se corren la paja exitosamente.
Esto es: pajita-eyaculación.
Como es irrefutable, no daré ejemplos. Sólo hay que pensarlo y asentir, pensarlo y asentir.
Con las mujeres pasa otra cosa. Tengo una amiga que tiene un hijo y nunca ha tenido un orgasmo. Ya no se pajea. Tengo otra amiga que tiene dos hijos, las medias tetas y nunca ha tenido un orgasmo. No sé si se ha pajeado alguna vez. Tengo otra otra amiga que no tiene ningún hijo -y sí muchos perros y gatos, y la media piscina- y nunca ha tenido un orgasmo. Se pajeó intensamente, en el camarote que compartía con su hermana, de los siete-ocho hasta los doce años hasta que dijo no más de pura pena/frustración.
Conclusiound: muchas damas se pajean y no lo dicen (yo cacho que Cecilia Morel está en esa clasificación), muchas damas no se pajean (no sé quién puede estar ahí pero me tinca que cualquier mina que lee las noticias), otras se pajean con éxito y sí lo dicen (Tanza Varela, estoy segura) y otras se pajean sin éxito.
De esas últimas era yo.
No sé si es porque ahora soy más o menos grande y veo las cosas en perspectiva y bla bla bla, es que pienso que no pude ser feliz corriéndome la paja hasta que dejé de creer en Jesús tanto como creía.
Recuerdo de primeras calenturas: cinco/cuatro años, mirando unas tetas en la tele. Mis papás cambian el canal. Yo chillo: déjenlo ahí. Mis papás se ríen. Al año siguiente empezamos a ir a la iglesia. No a la iglesia católica, sí a la muy evangélica.
En la iglesia aprendo muchas verdades que, dice el Pastor que dice Jesús, son irrefutables: no fornicarás, no fornicarás, no fornicarás porque los fornicarios se van al lago de fuego. También aprendo que la paja hay que hacerla pensando en nada para que no sea pecado. Mientras aprendo tanto de Jesús y el cecso y el jesús y el cecso, me caliento bañándome en pelota con Yasmín R (te he buscado en feisbuc), compañera de curso, tercero básico; me caliento con Natalia C., jugando a la alumna nueva; me caliento con Sailor Jupiter, Sailor Urano, Sailor Neptuno, Sailor Saturno, etc, etc, etc, y en fin. Todas las sailors de sailor moon.
Pero mi primer intento de pajita es en quinto básico. Pienso Cristián P. (a ti no te he buscado en feisbuc). Estoy en mi cama -choriflai en llamas- pensando en culearme el borde de mi ventana. Puta la hueá. Es imposible. Tendría que culéarmelo haciendo la invertida y yo no sé culear haciendo la invertida porque yo ni siquiera sé hacer la invertida.
Después, domingo a la iglesia, cantar canciones al Señor y escuchar: fornicario, lago de fuego, fornicario lago de fuego.
Segundo intento de pajita: un hueón -viene a arreglar el callejón o el baño, o el lavaplatos o no sé qué- llega a mi casa. Yo estoy en mi cama, acostada, queriendo decirle: culéame, culéame, culéame. Me muevo, muevo las piernas, no sé cómo tocarme, no pasa nada, no le digo nada.
Después, domingo a la iglesia, dar diezmo y ofrenda, cantar canciones al Señor y escucha: fornicario, lago de fuego, fonicario lago de fuego fin del mundo lago de fuego.
Tercer, cuarto, quinto, sexto, séptimo, mil intentos (me meto una linterna roja -nada-, me meto los deditos -nada-, me toco con la mano por fuera -nada) y empiezo a pensar que el éxito cecsual es ése: calentura sostenida, gemir con gemidos de porno para hacer como que había alcanzado la felicidac.
Un día dejo de pensar tanto en yisu. No pasa así como pasa mientras escribo -tan rápido como una frasecita- pero me da paja contarlo ahora porque es muy largo, y no es bueno leer tanto. La hueá es que digo: Jesús, no creo en el infierno ¿cómo voy a creer en ti? Jesús, como siempre, se quedó callado. Yo pienso: pico. Pico y, justo ese año de liberación jesusiana tengo mi primer dedeo exitoso.
En verdad no.
O sea sí, pero no creo que haya sido por Jesús. Sólo fue que, por primera vez, me moví contra la cama. Éxito y esclavitud: ya no puedo pajearme si no es boca abajo.
posdata: yo sé que la presentación viene primero pero no sabía donde meterla así que acá va: soy joven y alocada. soy una persona y una película y estoy en sundance estrenándola este sábado. estoy más nerviosa que la chucha, hace más frío que la chucha y vi un par de minas muy ricas en el avión.
posdatados: vea mi trailer.